Muy buenos días de Domingo, amigos, Calados y lectores:
Cuando nos encontramos estrenando este espléndido día 23 de Mayo de 2010 y mirando de reojo hacia atrás nos damos cuenta de que
la Caja Negra (II) lleva ya más de mes y medio, concretamente
8 semanas, desvelándonos historias y todavía continua y continuará sorprendiéndonos. Hoy lo va a hacer
MAR del blog
LA BITACORA, un espacio con las letras más que recomendable, como el de tod@s los que estáis imprimiendo vuestra huella por aquí. Y que nos trae un peculiar relato que lleva por título:
LA BIBLIOTECA.
Pero antes de proseguir, me vais a permitir, que felicite a
Mar por su exposición y composición, en una conjunción perfecta de las premisas:
cerveza, mesa comunitaria y primavera. Y felicitar por supuesto también al resto de autores, a los que ya habéis participado previamente y que nos habéis
Calado hondo con vuestros relatos, a los que estáis en espera de ser publicados y por supuesto aprovehamos la ocasión para enviaros un empujón de ánimo a los que todavía no habéis comenzado a escribir, porque os recordamos que el ciclo sigue abierto y que participar es muy sencillo. Podéis leer toda la información
aquí.
Y ahora sí, vamos a transformar este soleado y tibio día de primavera en una improvisada BIBLIOTECA de la mano de MAR.
La biblioteca
Nadia Vivas, además de ejercer su profesión de médico con total entrega, era una apasionada de la literatura. Obraban en su poder cientos de volúmenes de todos los géneros, de autores de diversas nacionalidades y diferentes épocas. Esta gran pasión por los libros hizo que Nadia Vivas dejase en su testamento estipulado que el palacete donde residió desde su jubilación hasta su muerte fuese habilitado como biblioteca pública. También donó todos los libros que a lo largo de su vida había ido juntando. Algunos de ellos eran regalos personales con un incalculable valor sentimental, otros los había comprado ella misma. Nadia quería que todo el mundo tuviese acceso a la cultura, al saber y la mejor manera que se le ocurrió para llevar a cabo ese propósito fue a través de una biblioteca.
Junto a la puerta de entrada de la biblioteca figura una placa de piedra en la que con letras grabadas en bajorrelieve se puede leer “Biblioteca Pública de la Villa. Edificio y dotación cedidos por Dª Nadia Vivas. Abril de 1980”.
El interior del edificio se distribuye alrededor de un patio con fuente en el centro, mosaicos en el suelo representando motivos florales y su correspondiente claustro. Al fondo hay una escalera de caracol y un discreto cartel indica el camino hacia la biblioteca y el archivo. Subo la escalera y en el ala sur de la primera planta se encuentra la estancia dedicada a la biblioteca. Es casi mediodía y los rayos de sol de esta mañana de primavera se cuelan por las vidrieras emplomadas llenando de luz y color cada rincón. El suelo está enmoquetado para amortiguar los pasos de los que vienen y de los que van. En el centro hay perfectamente alineadas varias mesas comunitarias donde poder sentarse a consultar un libro, tomar unas notas, hojear la prensa del día, leer por el placer de leer...
El silencio que hay rivaliza en protagonismo con los libros. No se sabe si gusta más la biblioteca por la tranquilidad que tiene o por los libros que ofrece. Yo, que soy una gran amante del silencio y de la lectura, me encuentro en el escenario ideal: luz, sol, libros, silencio... todo ligado en una amalgama en la que yo también me dispongo a participar.
Me acerco una estantería y el azar me lleva a la hemeroteca. Cojo una revista sobre egiptología y en la única mesa donde quedan asientos vacíos me pongo a hojear. Viene un artículo sobre cómo en el antiguo Egipto se practicaba la medicina y me llama la atención saber que, cuando era necesario, se preparaba al paciente para intervenirlo dándole de beber cerveza de una jarra de terracota.
Terminada mi lectura, pienso para mis adentros lo caprichoso que es el destino pues ya es casualidad ir a leer, entre multitud de textos, un articulo relacionado directamente con la profesión de Nadia Vivas.
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Y os recordamos que el próximo Domingo continuaremos destapando más secretos de
LA CAJA NEGRA (II), no faltéis a la cita para no perderos nada.
Saludos desvelados.
Arwen
