Ya parece que los primeros fríos quieren hacerse notar....
Dice el pronóstico del tiempo que
esta semana se prevén bajadas de temperaturas y
reducción de las cotas de nieve…
Se aproxima el puente de la
Constitución y como suele ser, habrá una importante operación salida. Con las
primeras heladas, los primeros sustos del invierno que acecha a la vuelta de la
esquina, así que queremos daros unos consejitos para que los llevéis en el
equipaje si os da por salir estos días.
Aunque no podemos detectarlas fácilmente
si que sabemos que las zonas con más riesgo de sufrir heladas, son las que no les da el sol,
porque están resguardadas por las montañas y orientadas al norte, y también en
los puentes.
El agua que se recoge en las
curvas peraltadas, al deshelarse la nieve durante las horas de sol, puede convertirse en hielo al anochecer, y tened muy
en cuenta que la adherencia de un coche sobre el hielo es mucho menos que sobre
la nieve.
¿Cómo debemos actuar? Hemos ido a
las fuentes de la DGT y esto es lo que encontramos:
Si el coche mide la temperatura externa, vigílala y ponte alerta cuando descienda a 3ºC sobre cero, reduciendo la velocidad.
Si te encuentras sobre una placa de hielo, levanta suavemente el pie del acelerador y trata de controlar la trayectoria con movimientos suaves del volante; y si tienes que frenar, hazlo también con suavidad (salvo que lleves ABS) para no bloquear las ruedas.
No olvides llevar siempre las cadenas en el coche o poner los neumáticos de invierno.
¡Ah!
Un truco: Para descongelar el hielo de la cerradura o el del parabrisas; puedes usar alcohol de 96º, además de un rascador.
¿Habéis comprobado algún otro truco para prevenir los problemas que nos encontramos con el vehículo durante el invierno?
El invierno también es para disfrutar viajando con el coche, pero, como siempre, con cuidado, pensando en volver. Así que amigos Calados llenad el depósito, embalad ropa de abrigo y sin ninguna prisa conducid con suavidad....
¡Buen viaje para aquellos que tengáis la suerte de abandonar la ciudad y perderos por algún lugar, sea el que sea...!
"No hay nada más contagioso que la risa, ni terapia mejor para las desdichas"
La risa nos abre los pulmones, nos activa el corazón, corrige nuestras arrugas, estimula la aparición de endorfinas que producen sensación de bienestar, hace más agradable nuestra actitud, nos predispone al contacto, nos revitaliza, nos cambia el chip de la rutina amarga del día a día, nos redime de culpas, nos aumenta la generosidad, actúa de opiáceo para nuestros problemas y nos inyecta coraje para afrontarlos, como véis todo son ventajas.....
El cortometraje de hoy me ha levantado el ánimo y el espíritu. "MERCI" de Christine Rabette, ganó un Goloden Wave al mejor cortometraje del año 2003.
Y se lo dedicamos a Latour, nuestro "teclista Calado" de los sábados...
Hoy, nuestro poeta Latour cumple un año.....
Y en un día como hoy que estamos de celebración, queremos felicitarte con risas, porque nos apetece, porque nos alegramos de que arribaras a este puerto Calado, porque disfruto leyéndote cada sábado y porque ¡¡queremos que cumplas muchos máaaaass!!.
Hoy, día representativo de lucha contra la violencia de género: "Que la mano de un hombre solo se eleve delante de una mujer para acariciarla"
BÁMBOLA
Igual que lo hicieron tantas mujeres antes… entonó su último canto…
El llega tarde, como siempre… Berta se esconde bajo las sábanas para pasar inadvertida, pero no es suficiente, solo el sonido agitado de su aliento provoca la tempestad.
Olas de gritos se clavan como cristales en su alma. Susurra súplicas que mueren estrelladas contra la cólera de sus puños, rompiendo en pedazos su fragilidad. ¡Ya no puede más!
Cierra los ojos y huye donde no oiga ni sienta su violencia…
Y alejada de su cuerpo, se abandona al naufragio de sus manos....
Que todos los días sean de lucha contra la violencia, hasta que desparezca.
Buenos días Calados.........¡ preparados, listos ya!
Abrid los ojos y oídos para disfrutar de este videoclip protagonizado por ILhama Gasimova y Dj OGB, con una versión de Bei mir bist du scheen.
El sonido y las imágenes nos trasladan a unos nostálgicos y míticos años 50, mientras que el remix con la incorporación de ritmos y efectos, nos mantiene en un espacio totalmente actual, algo que consigue, sin lugar a dudas este Dj.
¡Calados, bailemos mientras tarareamos esta pegadiza melodía!
Acabo de mudarme y me despierto sin necesidad de alarmas ni dispositivos digitales, solo alertada por la luz que entra por la ventana y por el gallo del corral de la vecina, casi los dos al unísono. Después desayuno con el piar de las golondrinas, que vuelan en círculos para atrapar a los insectos que le sirven de alimento y de alguna manera me siento en compañía ¡Qué nos aproveche!
Pero el precio de vivir en el exilio voluntario de la ciudad es depender del coche, así que me embarco en mi utilitario para sumergirme en el mar revuelto de la ciudad y anclarme en mi puesto de trabajo que por el momento no ha sido arrasado por el tsunami de la crisis, No enciendo ni la radio, estoy harta de tantas noticias desesperantes e indignantes, su saturación me ha producido una especie de autismo, no he podido remediralo, necesito estar en esta habitación insonorizada como terapia a esta locura y sin razón.
Surco la carretera con el silencioso impulso del motor híbrido, apenas un susurro es la fuerza de la electricidad, jaleándole de vez en cuando la explosión de la gasolina. Si te gusta conducir es una muy buena terapia hacerlo en semejante mutis y callado ambiente. Ideal hasta que llegas al acceso del primer barrio de la ciudad, porque a pesar de llevar subidos los cristales del coche te avasallan los ruidos, los estallidos, ese rumor continuo al que están acostumbrados los vecinos, porque sus oídos los han integrado y ya no los perciben como molestos, los necesitan como guía, como alerta, dependiendo de su intensidad y lugar de origen. Me doy cuenta que estoy en desventaja, porque me aproximo sin apenas ruido, sin el porrompompero del motor de gasolina y más de una vez sorprendo al probre peatón que no ve venir a esa ráfaga de viento que le empuja y no puede esquivar. Tendré que ponerme cascabeles como a los caballos.
Siguiendo por la avenida, soporto toda la escala musical de este infernal concierto. Por la derecha me rebasa una moto con la válvula de escape libre, perseguida por otra de gran cilindrada a golpe de aceleraciones y se para a mi lado una Harley con algo más de glamour en su rugir. Salimos del semáforo y llega a mi altura un discotequero marchoso con todo su equipo de alta fidelidad a plena potencia que hace retumbar mis tímpanos y algunas partes sensibles del salpicadero que llegan a sucudirse el polvo. Al fondo oigo una potente sirena que mi sentido de la orientación mareado por su nota tan alta no sabe por donde aparecerá, si me tengo que apartar hacia la derecha o la izquierda, sino me afecta porque viene por el sentido contrario. Todo un reto hasta que veo parpadear a los pirulos luminosos.
Y la parte más apoteósica de esta opera de Wagner es el atasco que se produce, día si y día no, por un semáforo que se estropea, un choque por detrás de un despistado, una manifestación imprevista... que nos hace seguir en procesión y tocar por tradición el instrumento por autonomasia, el claxon, esos toques de claxon de la desesperación, ese grito desgarrado del quiero salir de aquí que se contagia como un virus, empieza uno y siguen los demás.
Como remate final, el cruce a nivel con barreras, seccionando la ciudad en dos, y soportando el saludo y llamada de atención del pitido prolongado y grave del tren, persistente porque ya está escaldado de haberse encontrado con imprudencias que no pudo evitar arrollar.
Llegado a mi destino, entro en mi santuario de risas inocentes, de voces blancas, de canciones infantiles, comenzamos la clase de música y en ese espacio de creatividad e imaginación, los niños me inspiran, si no puedes vencerlos, únete a ellos, transformemos el ruido del tráfico en música.
Queridos Calados y lectores, recibimos vuestros aplausos o silbidos, tras nuestra reverencia tras el acto final. Besos.
Buenos días Calados, este lunes me he despertado repitiendo una frase que seguramente se me quedó en la recámara de la memoria: “La actual escalada violenta entre Israel y los Palestinos se intensifica….”
Es evidente que algo ha sucedido esta noche, para pensar en los misiles de Gaza que provocaron la venganza israelí. Venganza que amenaza con proseguir, si no hay un gesto de marcha atrás de los dirigentes de Hamás, ávidos de rebancha tras el asesinato de su líder.
"Israel castiga sin piedad la franja de Gaza en la que mueren 10 personas, entre ellos cinco niños" Es una triste crónica que se ha escrito demasiadas veces, es un pueblo repetidas veces masacrado.
Y rebuscando en mi personal archivo de preferidos, he encontrado “CEASEFIRE” cortometraje de Férenc Rófsuz, director y guionista de otro cortometraje animado titulado “The Fly”, con el que ganó un óscar hace 30 años.
“Ceasefire”, refleja el miedo a ser invadidos y sometidos, la incertidumbre de no saber si hoy tocará, vivir o morir, el anhelo de una vida limpia de guerras y violencia, "Ceasefire es el “Alto el fuego”, que ahora se pide a gritos desde un campamento de refugiados del centro de la Franja de Gaza, siempre los más débiles, los más perjudicados.
Ojalá los mediadores entre israelíes y palestinos consigan ese “alto el fuego”, ojalá se levante el injusto bloqueo a Gaza, ¡Ojalá……!
Deseamos, con todo nuestro aliento, que cese la violencia.
Y para acabar la semana queremos hacerlo con un poco de magia, trayendo al gramófono la música de Samuel Bisson. Samuel Bisson es violonchelista y músico de cámara, experimenta con una amplia gama de estilos musicales, desde el jazz al metal y la música electrónica. Como compositor os traemos una muestra de su obra, la banda sonora de este corto, visualmente espléndido.
"Un cruce de miradas, un instante, una conexión perfecta con alguien desconocido. Un breve segundo que se ralentiza hasta parar el tiempo. Un hombre y una mujer que se atraen y se acercan con una fuerza irresistible. Una experiencia que se desvanece en segundos.."
Hoy tengo a Boro en la cabeza. Boro es un poco más joven que yo, tiene los ojos claros y la mirada triste. Nos la dedica cada vez que pregunta, expone, pide.....una mirada que inevitablemente devolvemos con una sonrisa de aprobación, de apoyo, de admiración...
Boro dice que se dejó una vida en el asfalto, la que se le quebró, como su espalda, cuando un vehículo lo arrolló y se dio a la fuga. La asistencia médica llegó tarde y tuvo más que consecuencias. Él, acostumbrado a vivir al límite, sintió que ese caudal de energía se le perdía poco a poco en la memoria. Su vida cambió ¡tanto!. Ha hecho nuevas amistades, pues..
-los amigos, en general, te acompañan un tiempo, pero no son ellos los que han de adaptarse a vivir atado a una silla, no eres tú.... soy yo-
Aunque conserva unos cuantos incondicionales, se ha rodeado de amigos que están en una situación parecida a la suya.
-Así no tengo que disimular ni exagerar mi estado de ánimo para que no me compadezcan-
-¡Cómo duele esa mirada de lástima y pena! nos marca irremediablemente con el estigma de "lo diferente"-
Su vida ha dado un vuelco, nueva casa, adaptada, al alcance de sus manos, nuevos hábitos: impuestos para preservar su calidad de vida, muchas incomodidades, y.........el trabajo, ¡ay el trabajo!, ¡si ya es inalcanzable para tantos, imaginaos para un discapacitado! porque, no nos engañemos, el entorno y la sociedad, no están preparados para la igualdad.
Él, cuenta su experiencia a otros, quiere mostrar lo vulnerables que somos. A la persona que lo atropelló, le falló la visión de 180 grados, décimas de segundo distraído por una preocupación, bastaron para construir un túnel frente a él y en ese ángulo muerto que se produjo, Boro se perdió, una mala y violenta jugada, que hace cinco años, le gastó la vida...
Hoy tengo a Boro en la cabeza, porque ha llegado a mis manos un libro que habla de otra chica, que como él, fue agredida brutalmente en la carretera, pero no corrió la misma suerte..
Hoy, lanzamos unas palabras al aire con música de fondo..... para recordar y..... comprender..
¡Buenos días Calados y lectores!: La sonrisa, el mejor antidepresivo que existe.
El corto de hoy, "VALIDATION", escrito y dirigido por Kurt Kuenne en 2007, sabe mucho de esto. Ha sido galardonado repetidamente; en el Festival Internacional de cortos de Cleveland, en el Gen Art Chicago Film Festival, etc..
El corto gira en torno a un personaje que ama ver a la gente sonreir. Un personaje que es capaz de activar las vidas de todas las personas que pasan por su ventanilla. A veces, decir algo amable y agradable cuesta muy poco y puede proporcionar otra percepción de la vida y de uno mismo, más positiva.
Es un corto sencillo, pero en las cosas sencillas y sinceras está la chispa de la vida. El personaje repite una y otra vez con sinceridad casi naif, las virtudes que ve en sus semejantes. Arráncándoles la sonrisa, logra que se se muestren más humanos, amables, cercanos.
Deberíamos mirar más a menudo a nuestro alrededor y apreciar el valor de una sonrisa sincera, de abierta alegría, eso es algo que podemos hacer realidad cada mañana cuando nos adentramos en el tumulto y la rutina diaria, pensad, que está en nuestra mano disfrutar cada momento de esa realidad, inducida por una sonrisa.
Os deseo muchas y variadas sonrisas para hoy Calados.
En una noche de otoño
estrellada, en ese tapiz de oscuro terciopelo azul, tintinean unas
luces, puntos infinitesimales de luz blanca intermitente. Reclinada
en el asiento del conductor, con la mirada que atraviesa el cristal
del techo solar, me extasía, me hipnotiza esa cadencia lumínica y
me reta a descubrir cual de las estrellas me guiñará el ojo en el
próximo instante. Pensar que esa luz que percibo es de una estrella
que quizás fue y ahora no existe me turba, me lleva a comprender la
gran inmensidad del universo, de la insignificancia de mi cuerpo
opaco, sin luz propia, de mi relativa posición escondida en una
pequeña grieta de la tierra. Y sin que mi voluntad lo sepa, me sube
la congoja, llega al lagrimal de mis ojos y me obliga a mirar al
volante, a encender la radio, a pensar en mis luceros que tengo muy
cerca, esperando en el hogar.
Un toque en el cristal
pone fin a la estela de pensamientos, mi compañero de viaje entra en
la cámara de este improvisado observatorio y reclama la cuenta atrás
de salida.
Inicio el recorrido por
la pista de salida y a lo largo de la vía, observo una panorámica
de fondo oscuro jalonada de multitud de luces rojas que me acompañan
en mi dirección y luces blancas rodeadas de unos destellos radiados
desde su centro que por el rabillo del ojo llegan a deslumbrarme.
Este universo que me rodea es tremendamente cercano, su velocidad
llega a sumergirme en una inercia que me tiraniza, ya que no puedo
dejar de controlar sus movimientos, tratando de descifrar su lenguaje
a través de su color, sus diferentes intensidades de destello, su
frecuencia, su posición. La subida de tono del rojo frenada me
alerta, las destellantes luces azules me ponen nerviosa, las ráfagas
de luz blanca me confunden entre el saludo y el aviso de una sorpresa
a la próxima revuelta. Pero la figura estelar es la luz ámbar,
amarillo solar, el centro del firmamento de las intenciones
declaradas, la intermitencia del entendimiento. Ese púlsar estelar
que delata el inesperado desplazamiento lateral sin tener que jugar
al adivina, adivinanza qué intenciones traerás, porque algunos
bólidos se sienten un agujero negro, sin ningún brillo, que nos
engulle e incrusta en el campo gravitatorio de su plancha si los ojos
de Santa Lucía no te acompañan. El espacio es suyo y abusa de su
egocentrismo, no tiene por qué avisar de su presencia, en definitiva
es el astro rey.
Y si esa invasión del
terreno es más que suficiente para desencadenar una batalla, aunque
sea solo dialéctica, estaría dispuesta a desatar la guerra de las
galaxias misma, cuando aparece la estrella de la muerte, el Dark
Veder de la Vía Láctea que enciende su espada intermitente para
abrirse paso sin la menor intención de comprobar que el espacio está
libre. Siempre me sorprende su modus operandi, frena y luego pone el
intermitente, creyéndose con todo el derecho a interceptar tu
trayectoria, a faltarte al respeto cuanto menos.
Pero no todas las
estrellas son iguales y en la paz tengo que ser parte de esa tribu
que venera a esos astros celestes que nacen y crecen y siguen nuestra
estela.
Desde la Luna blanca, dorada o roja, pero siempre menguante o llena, destellos de besos, queridos Calados y lectores.
¡Muy buenos días Calados! De la mano de este gran director, Iván Sainz Pardo, autor del Sueño del caracol y la Mirada circular, os traemos "LA MAREA".
Sus cortometrajes han recibido más de 150 premios internacionales en festivales de cine de todo el mundo, así como otros galardones a su carrera como director. Entre otros una prenominación al Oscar en 2001 por "El sueño del caracol"
El corto de hoy cuenta una original historia, jugando entre la
realidad y la ficción: ”Dos amigos de viaje, el surfing y algo muy extraño”. No perdamos el tiempo en tratar de diseccionar el corto. Es
un corto cuyo mensaje, contenido y argumento, se concentra en lo que transmite a
cada un@, sensaciones que nos desconciertan,
e incluso perturban, en un ambiente un poco macabro.
"LA MAREA" contiene un grado de abstracción, que no es
claramente comprensible ni claramente
realista, desde luego, no es una historia
convencional de la que podamos sacar
conclusiones y respuestas…nos deja un final abierto, a gusto del espectador.
Nos podemos decantar por buscar una explicación coherente o
simplemente, dejarnos llevar por…..”LA MAREA”
En un artículo que he tenido
ocasión de leer sobre la edición en castellano de “La
ciudad en la Historia” de Lewis Mumford, extenso y profundo, me atrevo a hacer una
reflexión sobre algunas ideas.
Lo que plantea Mumford invita a cuestionar y no dar por hecho muchas
cosas; es una crítica a la sociedad y a la estructura de ciudad moderna, a la que hace responsable de muchos de los problemas sociales.
“La historia de la ciudad del XIX es la de una enfermedad y la del XX
la de un tratamiento que alivia los síntomas pero mantiene las condiciones que
causan la enfermedad”.
Dice y hace alusión a la perdida
y olvidada sociedad rural, aldeana, en la que los vínculos familiares eran los
pilares de la sociedad, hoy desaparecidos en esa expansión urbana de la ciudad moderna. Una ausencia de relación orgánica entre las personas y sus espacios de vida. Este rasgo,
es una consecuencia de sustituir una organización de cooperación por una
sociedad sometida a jerarquías institucionales. Abandonando el diálogo, la palabra.
Cuando dejamos tanto, en manos de unos pocos, estamos
perdidos, sometidos a sus políticas de
economía.. a favor de sus intereses.
Desligarnos y congregarnos
masivamente en la ciudad, aislándonos completamente de ese medio de
explotación de recursos, el campo, donde se encuentran los mecanismos de
subsistencia, nos ha hecho más débiles,
obviar los recursos naturales e imponer en su lugar recursos artificiales que contaminan, nos convierte en
enfermos. Crecer en ciudades
descomunales, con edificios infinitos, trazados de redes viarias impresionantes,
dando crédito a los urbanistas que
defienden la densidad de las grandes metrópolis, nos lleva a habitar en una ciudad que no es apta para vivir, en la
que sólo cabe sobrevivir……….
“Esa creación artificial de
escasez en medio de una creciente abundancia natural fue uno de los primeros
triunfos de la nueva economía, ahí nos convertimos en víctimas de una
explotación civilizada”
El ciudadano ya no utiliza su inteligencia para levantarle la
mano al destino. Los ciudadanos pierden su voluntad de luchar por la libertad y
reclaman compulsivamente artículos que pueden adquirir con dinero. En las
grandes ciudades deshumanizadas y seccionadas por la especialización, la sociedad abandona el encuentro, el
conocerse a uno mismo, a los demás, y acepta
que el futuro de la ciudad sean la congestión metropolitana, la expansión
descontrolada de los suburbios y la desintegración social……
Andamos muy lejos de la ciudad
que proclama Mumford, cuyos mandamientos morales elementales fueran el respecto
por el vecino y la reverencia ante la vida. Una ciudad en la que se estableciera un orden que integrase los avances tecnológicos, con las necesidades biológicas y unas razonables normas de convivencia. Una ciudad donde las personas
y el bienestar común fueran lo primero, lo legal, Lo que vendríamos a llamar una
ciudad, sostenible, saludable, en un estado de espontánea armonía..
Pero es que andamos muy lejos de cualquier
atisbo de cordura lógica, de justicia social, de valores y criterios, de
conductas éticas……