sábado, 16 de marzo de 2013

FOTO POR TÍ_Agitando la primavera



Me viene a la cabeza la instrucción por antonomasia, simple donde las haya, del medicamento prototípico de cuantos medicamentos existen: el jarabe. Esa recomendación no es otra que la vituperada por ambigua expresión de “agitar antes de usar”.

No se sabe bien porqué, cualquier cosa que de pequeño se tomaba bajo esta magistral presentación de botellita de cristal, generalmente oscuro, debía de ser agitada enérgicamente para que el mágico brebaje, de sabor casi siempre vomitivo, hiciera cuanto antes mejorar del constipado. Esto no significa tener un constipado mejor, sino abandonarlo para sanar olvidando así sus efectos: los mocos verdes, la tos de perro, y la fiebre que la madre siempre descubría besándonos en la frente, y para más seguridad, usando aquel termómetro frío y delgado que acababa las más de las veces perdido entre la camiseta y el ombligo, siendo incapaz como es sabido un infante, de mantener quieto su sobaco.

El jarabe se agitaba, era algo que casi siempre pedía a mi madre que me dejara hacer, al menos, me quedaba el placer de obrar yo mismo el milagro de aquella extraña alquimia, claro está, después de advertirme: "sí cariño, pero hazlo con cuidado". Unos cuantos movimientos más o menos bruscos,  (la prudencia obligaba) y sus diversos elementos se combinaban en el interior, misterioso y oscuro de aquella botella, para dar como resultado el efecto esperado: la curación de la tos, de los mocos, de la fiebre.

Pues eso imaginé que debía de hacer, aunque no con las gerberas de la foto. Agitar, lo que agité, fue mi cámara. Durante medio segundo, una eternidad según para qué, agité la cámara delante de aquel par de “flores” frente a la ventana. Agité casi como hacía de pequeño con la botella de jarabe. La fórmula para esta ocasión es simple: se coge la cámara, se ajusta el foco, y se decide una oportuna exposición con la única premisa de mantener adecuadamente baja la velocidad de obturación, ese medio segundo por ejemplo, que permita que el movimiento de la mano, como de agitar en suave giro de muñeca aquella botella de jarabe, registre lo fotografiado dibujando en el aire las trazas de su luz y color..., y si son flores, pues ya tenemos unas "flores agitadas"... ¿Y para qué las quise "agitar"?

Ni más ni menos esperando que la primavera que nos arrolla traiga la sanación de mis mocos, de mis toses, y de mi fiebre. También para que las cosas que suelen pasar en primavera lleguen y lleguen bien: que salgan más flores y sean más bonitas, que hagan más mejores buenos tiempos, buenos de verdad, no calores anacrónicos ni vientos que tumban fallas. Que vuelen más mariposas, que canten más y mejor los gorriones, los petirrojos y las currucas, que las tardes se tiñan de rosa y naranja y añil, que la gente encuentre lo que busca y desea, lo que necesita y espera. Que dejen de darnos  malas noticias y contarnos que sube la cifra de parados, bien lo sabemos. Que dejemos de conocer a tantos indeseables politicuchos, bastardos despreciables que han jugado y han roto y perdido lo que es de todos, incluida la ilusión. Que no se oigan gritos en el piso del vecino, que no suenen las sirenas de la policía ni de las ambulancias ni de los camiones de bomberos.
Que en las noches sólo se oiga el susurro del viento y el canto de los grillos enamorados.

Y es que la primavera dicen que la “sangre altera”, y cierto es que suele ser un tiempo agitado.
Pero por una vez, por esta vez, por favor que no sea revuelto, algo parecido al martini de Bond..., James Bond.

10 comentarios:

  1. ¡Qué linda la primavera y los sueños que nos recorren mientras la esperamos! y ¡qué linda foto, evocadora! Tiempos felices, vientos suaves y agitación, sólo en el interior. Colorido suave y explicación de cómo conseguir con la cámara ese trémulo movimiento ficticio del momento. Muy bonita Emilio, la fotografía y la evocación infantil del jarabe...llena de recuerdos. Vida de la infancia, tan distinta a la actual, aunque no tanto, mientras tú sigas agitando tu cámara y tus recuerdos. Gracias, como siempre. Chelo.

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  2. Recuerdos que creo compartimos, aunque ya sabes que con el paso del tiempo olvido las cosas, y los recuerdos, no se si los tengo, o los sueño. Pero bueno, algo así, como diría el otro, tuvo que ser.
    Gracias Chelo!

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  3. Magnífica la foto y el texto, un texto lleno de contrastes, que va de la suavidad a la brusquedad, de la realidad turbia el recuerdo maravilloso como es ese beso de la madre en la frente para saber si teníamos fiebre. Como bien dices, jarabe de palo necesitarían algunos bastardos, ladrones de guante blanco. Un aplauso una vez más. Comparto en faceb.

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  4. Gracias Amparo. Evidentemente, hay recuerdos que tenemos más de uno, lo cual celebro, pues uno de mis objetivos es refrescar las memorias, la mía propia y la de quien sea.
    Recojo tu aplauso con gratitud, y comparte en dond. (te de la gana).

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  5. Emilio, ya tocando a la puerta la primavera, has conseguido que la deseemos con esa maravilla de flores agitadas y que deseemos contigo ese decálogo, que no se si llega a decálogo o se que da a dos puntos de serlo.
    Que ese jarabe mágico de sabor indefinido, nos devuelva la salud la paz y la concordia...

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  6. No puedo por menos que unirme a tus buenos deseos ante la llegada de la primavera y disfrutar de la imagen y de tu texto. ¡Ojala agitar esas flores fuera tan mágico con la situación que nos rodea como lo era agitar el jarabe para curar el catarro!

    Besos

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  7. ¡Pues todos a la farmacia, el primero que lo encuentre, que avise, que si no la Generalitat deja de servirlo en un plis y seguimos enfermitos...!!! Jejejejjj...
    Un abrazo Gemelas!

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  8. A veces pienso que la vida debería de ser como una película en DVD, sales al menú principal, y buscas escenas más alegres..., una de ellas, sin duda sería seguro la primavera, y si encima está "agitada" pues ya una gozada.
    Gracias Jara por pasar y comentar y ¡felíz primavera!

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  9. Esta tarde la plaza se ha llenado de ese aroma floral de la agitación de miles de ramos, un mismo sentimiento, una misma llamada. Lo sabemos hacer, ¿será eficaz la medicina de la ciudadanía (efervescente o en suspensión?
    Un efecto y una luz de inmaculada claridad, estupenda la imagen.

    Besos.

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  10. Imagino que hablas de la plaza de la Virgen... Hombre, algo ayudará, no?
    Me alegra te guste la luz, la verdad, aunque no lo parezca, la foto está muy cuidada para lograr ese efecto etéreo que has notado. Bien visto.
    Gracias Mar!

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