viernes, 29 de noviembre de 2013

EL GRAMÓFONO: "THE SHOW MUST GO ON"



Buenos y gélidos días Calados, hoy, invitado de honor en el Gramófono, una voz inconfundible....

Hablar de Freddie Mercury es sinónimo de excesivo. Hablar del vocalista de Queen, es hablar de la historia del Rock. En el 75, con la inmortal "Bohemian Rhapsody", alcanzo la cima de las listas británicas de la época, "Bohemian Rhapsody" con un estilo característico, casi operístico, se convirtió en un éxito, reconocible desde las primeras notas. Para entonces, el talento de Freddie ya era más que evidente, con su voz y su presencia llenaba el escenario y fue convirtiéndose en un cantante cuya actuación  extravagante, delataba su personalidad impredecible y teatral.
Freddie Mercury fue reconocido como el líder de una de las bandas de rock progresivo más importantes de los 70.

"THE SHOW MUST GO ON", es un tema incluido en el álbum de 1991, año de su fallecimiento. La canción es una crónica de los esfuerzos del cantante por continuar con sus presentaciones a pesar del inminente final de su vida; estaba muriendo de SIDA. La letra  se refiere a la determinación, al furioso deseo de vivir a pesar de que las fuerzas le iban abandonando. ("Tengo que encontrar la voluntad para seguir adelante con el show" .....)

Toda una leyenda que dejaba los escenarios. En noviembre de 1991,  desaparecía el emisario del rock más innovador. A pesar de hacer más de 20 años de su muerte, en la mente de muchos de nosotros, quedará como uno de los mayores artistas que ha dado la música.

'Tal vez mi maquillaje se esté cayendo, pero mi sonrisa todavía permanece'. 




¡Buen fin de semana Calados y lectores!
Las Gemelas del Sur

miércoles, 27 de noviembre de 2013

PASABA POR AQUÍ: "Maltrato sutil"


No podía dejar pasar la oportunidad de mencionar que el lunes, 25 de noviembre, fue el día que se conmemoraba la repulsa contra la violencia de género. Podría hablaros del tema tal y cómo lo conocemos, lamentablemente, a su cara más visible, no hay día  que no se sumen  nuevos casos de violencia en alguna parte del planeta.

Pero hay otro aspecto de maltrato sutil que nos afecta de forma silenciosa,  que va haciendo mella con mensajes destructores en unas frágiles mentes infantiles, y es la propia sociedad la emisora de dichos mensajes y es evidente que éstos ayudan a mermar la autoestima de esas niñas, a provocar su inseguridad, creando la necesidad de ser aceptadas y miradas según unos patrones estándar, olvidando quienes son de verdad, absolutamente cegadas por los estereotipos impuestos por la sociedad y que  al fin, son los que  van sembrando en su mentes de niña, luego mujer, esa falta de autoestima si no se ciñen a ese patrón, algo que puede facilitar el maltrato psicológico y físico, no sólo por parte del otro género, sino de ellas, hacia ellas mismas.

Sirva este alegato para abordar la violencia en todos sus sentidos. Tomando conciencia de como somos, de como educamos y haciendo una llamada a valorar nuestra identidad, y no la que otros esperan que asumamos.

Bellas imágenes y sensibilidad en este corto animado  de Diego Jiménez  con  ilustraciones de Sonia Sanz Escudero...

"PARA CAMBIAR EL CRISTAL CON EL QUE MIRAS TU VIDA."

Un día cualquiera, en una ciudad cualquiera, de un país cualquiera, nació una niña preciosa, sus maravillosos ojos lo miraban todo con curiosidad...




Siempre se está a tiempo de cambiar el guión de nuestra vida...

Saludos Calados

Marinela

(Aunque el laismo del narrador es algo repetitivo, vamos a dejarlo en un segundo plano.....)

lunes, 25 de noviembre de 2013

LA GATA SOBRE EL TECLADO. Plástico duro



Dan palmitas, hablan, se ponen malitos, tienen fiebre, hacen pedorretas, meriendan, vomitan la merienda, hacen pis, berrean, eructan, defecan, dan saltitos, caminan, duermen, se niegan a dormir, se escapan de la cuna, se tiran pedetes en el baño para hacer burbujas... y son de plástico. Estos son los nuevos muñecos con los que quieren jugar nuestras hijas, nietas, sobrinas o vecinitas. Atrás quedaron para siempre aquellos pepones de plástico duro que no parpadeaban, siempre sonreían y, desde luego, no nos daban malas noches con vomitonas, meadas y demás habilidades que tienen los muñecos de ahora. 
Por cierto, hace ya tantos años que se pierden en la memoria del tiempo, tenía yo uno de esos pepones de piernas huecas y ligeramente arquedadas. Éramos inseparables. Mi madre le hacía los vestidos y los gorros de lana y yo intentaba dar de comer a una boca siempre cerrada, pero me daba igual. Podía acunarlo, abrazarlo, envolverlo en su mantita, bañarlo. Es verdad que éste ni siquiera lloraba, pero ni falta que hacía. Un mes de noviembre, no tan cálido como éste, me di cuenta de que me había dejado el muñeco en el pueblo, durante las vacaciones del verano. Me sentí tan sola y desesperada, tan angustiada pensando cómo iba a sobrevivir mi Pepón sin mis abrazos, que ese año mi carta a los Reyes Magos fue la siguiente: "Este año no os voy a pedir juguetes ni cocinitas ni cuentos ni nada. Sólo quiero que me traigáis a mi Pepón del pueblo porque allí está muy solo. Este año he sido buena, muy buena".
Exageraba sin duda porque a charlatana no me ganaba nadie, y cuando iba al colegio de las monjas me escondía en el lavabo para no hacer labores, vainicas, entredoses, ojales y otras labores exquisitas. Pero quitando esas pequeñas travesuras, podía decirse que era buena. 
Los Reyes me trajeron una cocinita de madera, una muñeca de largas trenzas y unos Juegos reunidos.  Del Pepón, ni sombra. 
Pero al llegar la Pascua fuimos al pueblo. Mi madre me había hecho un vestido de batista y me había comprado alpargatas pascueras.  en una zapateria de la calle Serranos. Nada más llegar a la casa, lo busqué. Y allí estaba, sobre la cama, medio envuelto en una sábana de franela. Y aunque mi Pepón no reía ni lloraba ni babeaba, cuando lo cogí en brazos y lo estreché contra mi pecho, me pareció sentir que se estremecía. 
Era más que probable que la que se estremeciera era yo. 

viernes, 22 de noviembre de 2013

FOTO POR TÍ_Fruta del tiempo

Tengo debilidad por componer de cuando en cuando este tipo de fotos, que como bien sabéis todos,  podría muy bien enmarcarse en la categoría del bodegón. Me monto un pequeño tinglado en casa, aguanto (y trato de ignorar) los suspiros de incomprensión, que comprendo, de mi santa, y me imbuyo en la tarea de disponer los elementos, los fondos y las luces mientras voy imaginando cómo quiero la foto.
Hoy dejaré la imagen sin entorpecerla demasiado con palabras. No hay mensaje, simplemente un ejercicio estético. Este que veis. Colgué hace ya unos meses una naturaleza muerta. Pero esto de hoy es algo distinto. ¿En qué se diferencian ambas cosas?
Si tenéis curiosidad, algunos enlaces que me han parecido útiles para entenderlo. Por ejemplo en este otro sitio. También  aquí o aquí se profundiza en el tema.
En plan breve y "casi" en un copia/pega de lo que he ido buscando en la web, (y hay mucho más...):
"El vocablo bodegón fue creado en España, los primeros en utilizarlo fueron Sánchez Cotán, Francisco Pacheco y Palomino que lo emplearon para referirse a las escenas populares y de tabernas como son los cuadros sevillanos de Velázquez, "El Aguador" o "Vieja friendo huevos". Más tarde la palabra bodegón se utilizaría para todos aquellos cuadros donde aparecen alimentos y enseres para su preparación."

Y acabo ya. Lo cierto es que cuando veo en tiendas y mercados las frutas y las verduras, carnes... O cuando encuentro botellas, tazas, copas o vasos singulares, cubiertos, vajilla, manteles, vasijas, cestas... Casi siempre, y sin poder remediarlo, imagino cómo componerlos dentro de un bodegón. 
Por cierto, las peras estaban de vicio, y eso que según mi santa, estaban ya "pasadas"... Las manzanas se las comió ella. Y el vino... Ay, si yo os contara lo del vino...

Saludos calados.
 

miércoles, 20 de noviembre de 2013

TE DIJE QUE VOLVERIA...... BUSCANDO NUEVOS HORIZONTES



                            Fotografía: Fernando Fernández Páez






Violentan sus manos, duras y cansadas, abiertas al azar,
extendidas para una caridad en la que no pensó seguramente
cuando en sus años aguerridos, valiente ante cualquier dificultad,
vivía para encontrar su sitio, para sembrar un futuro de descanso.



Humillado y encogido, es uno más entre millones, ajenos a todo,
desconocidos al mundo ruin de la codicia y la injusticia.
Un mundo cruel y redondo, sin esquinas en las que protegerse
de quien atesora con poder e impudicia toda la sangre posible.



No queda rabia en su presencia, solo hambre y mil desengaños.
Desequilibrado en su suerte, marcada por tantos otros, voraces
para el poder, depredadores de sudores ajenos, de risas y pan.
Pilotos suicidas de un mundo sin rumbo, sordo a la esperanza.



Quien dijo ser cima de una evolución, se ahogó en su propia necedad,
en su prepotencia y endiosamiento, en su fracaso ante su misión.
No somos la copa del árbol, orgullosa y altiva, vigía del universo,
como mucho, un punto de inflexión, una semilla defectuosa, huera.



El principio rudimentario y mínimo para una nueva evolución,
esta vez necesariamente eficaz, biológicamente equilibrada y sana,
con una ética como premisa y creadora de nuevos equilibrios y ciclos,
donde el pan sea de todos y el hambre de ninguno, donde la paz reine.



lunes, 18 de noviembre de 2013

35 MILÍMETROS: EL SOÑADOR


¡Buenos días de lunes Calados! He de pediros disculpas porque el corto de hoy dura un poco más de lo habitual en este espacio, pero realmente, creo que merece la pena.

Tomaos un descanso en vuestros quehaceres cotidianos y no perdáis la oportunidad de engancharos en esta historia............

Oskar Santos es uno de los muchos directores españoles que inició su carrera profesional rodando obras cortas antes de tener la oportunidad de dar el salto al largometraje.  En 2004 dirigió su segundo corto, "El Soñador" y posteriormente, el largometraje documental "Un viaje Mar Adentro" making of de la película dirigida por Alejandro Amenábar y galardonada con un Oscar.

“El Soñador” es una historia aparentemente sencilla, pero llena de matices e interpretaciones para aquel que se deje llevar y sepa leer entre lineas. Podríamos catalogarlo de relato romántico, sin dialogo ninguno ( el corto esta narrado en primera persona, con una voz en "off" que nos pone en la piel del medico).  Es una una bella historia donde la realidad y la fantasía se entremezclan, una historia sencilla, incluso previsible, pero que aun así despierta algo en nosotros, una emoción entre ternura y protección que nos hace sentir implicados y nos sorprende por su capacidad para  llegarnos al alma.....

Sinopsis: "En los últimos años del siglo XIX, un reputado experto extranjero, Guillermo Rivas acepta un caso médico extraño:  Don Diego de Robledo, un joven miembro de la alta nobleza, por alguna razón desconocida, es capaz de dormir durante tres días seguidos, lo que para algunos conlleva serios problemas psicológicos"


¡Quien no quisiera  visitar un mundo paralelo al que huir de vez en cuando!

Saludos, Calados y lectores

viernes, 15 de noviembre de 2013

EL GRAMÓFONO: IKUKO KAWAI


¡Qué no nos falte la música!

Os presento a Ikuko Kawai, virtuosa violinista japonesa, cuya música ha supuesto una confirmación de mi devoción por la música interpretada con el violín. Sinceramente, no entiendo una vida sin una banda sonora que nos acompañe.

Ikuko Kawai nació el 19 de enero de 1968 en Takamatsu, (Japón), es una violinista y compositora clásica , que se ha presentado a nivel internacional, incluyendo presentaciones con la Orquesta Filarmónica de Varsovia.

Y os aseguro, que oyéndola no  alcanzo a distinguir la separación entre ella y su instrumento,  porque el violín me parece una prolongación de ella misma, expresando con una voz diferente, una explosión de sensaciones y sentimientos.

LIBERTANGO, pieza que interpreta es quizá la más representativa de Piázzola, su nombre  "Libertad" y "Tango" , comentarios que he leido apuntan que se la puso como bandera de la libertad creativa que buscaba Piazzola al crear el llamado Tango Nuevo, a diferencia del tango clásico., sea como sea, "Libertango" es baluarte de creatividad, sensibilidad y pasión a escena.

¡Atención al piano del principio, es el el preludio del violín!


Espero que lo disfrutéis tanto como yo!

¡Buen fin de semana Calados!

miércoles, 13 de noviembre de 2013

CONDUCTORAS SUICIDAS. FUTUROCAR


No, lamentablemente la diosa de la fortuna no me ha señalado, no me ha tocado el 11 de la once, está claro que la suerte no nos saca de nuestra crisis particular, aunque muchos de los españoles lo vemos como la única solución, visto lo visto. También había pensado buscar el valioso anillo que Amparo, nuestra gata sobre el teclado, nos anunciaba estaba perdido por la playa, pero bueno quien iba a pensar sus especiales circunstancias, porque de haberlo encontrado mis escrúpulos me habrían impedido hacerme con él.
De modo que si el azar no ayuda a nuestros ingresos, tendremos que pensar en recortar gastos, aunque en este caso me tenga que tragar mis escrúpulos por aplicar la misma política que el Gobierno.
Bien, no es del todo exacto, ya que aplicamos esa misma medida a toda la unidad familiar empezando por una misma.
Decidí aparcar el Ferrari rojo en el garaje hipertensa por su consumo y ojiplática por el precio de la gasolina y así conseguir controlar las riendas del gasto con la económica bicicleta, pero que poco dura la felicidad en casa del pobre. No me preguntéis por qué, pero no voy a poder ir en bici en una temporada.

Maldita sea, tendré que comprar iguales otra vez...o lotería o bonoloto...será por opciones....

La crisis pasará, y aunque solo sea un sueño, quiero soñar como será el futuro.

Problemas de espacio para aparcar, nunca más. Este mini coche eléctrico coreano es plegable queda reducido a 1,65 m. de largo y además puede rotar estando plegado. Alcanza los 60 km/h y 100 km de autonomía. Me pediré este práctico juguete, aunque no se pueda plegar y guardar en el bolso como sería mi deseo más futurista.





O quizás sacrifique el carácter práctico por la belleza de las formas, porque no puedo olvidar las estilizadas líneas del Ferrari, aunque le traicione con estas de la Peugeot.

Pensándolo mejor, priorizaré el valor de la vida, la integridad de los peatones, con estas líneas redondeadas que se deslizan sin ruedas. Increíble, pero este prototipo ha sido ideado por una niña y Wolkswagen lo ha hecho realidad. 


Seguramente llegará a verse por las carreteras y calles cuando ya sea madurita y mis condiciones no me permitan utilizar la bicicleta. Este es solo uno de los muchos prototipos de vehículos futuristas que hay en pruebas, pero ¿quien sobrevivirá? No lo duden, la bicicleta.




Fantástico!!!!!

Besos futuristas de las Gemelas del Sur.





lunes, 11 de noviembre de 2013

LA GATA SOBRE EL TECLADO. El anillo


- ¡Te he dicho que me des el anillo!.
- Ni loca. Los regalos no se devuelven.
El mar se tragaba de un gran bocado los gritos que ellos daban en la orilla, salpicados los pies por la espuma, mojando el borde del vestido de ella. 
-¡ Déjame en paz!
- Cuando me des el anillo. 
- No lo haré.
El miró hacia el mar, oscuro, profundo, ruidoso.
-¡ Si no hay compromiso, no hay anillo! -gritó enfurecido-
- Pues no te lo pienso devolver. 

Se despertó con el corazón acelerado y miró hacia la ventana. Era aún de noche pero grandes y algodonosas nubes blancas pasaban a toda velocidad. Parecían tener luz propia. Se incorporó y consultó la hora en el móvil. Todavía no eran las siete. Debía darse prisa. Tenía que llegar a la playa y encontrar el anillo antes de que lo hallara algún imbécil de esos que solían pasearse con su  juguete detector de metales. Se pasó la mano por la frente para limpiarse el sudor que manaba como de una fuente inagotable. Nunca debía haberle regalado aquel anillo. Oro blanco y una gran esmeralda incrustada. No se lo merecía la muy... Pero probablemente aún estaba allí, enterrado en la arena, en algún lugar de aquella playa que se perdía en el horizonte. Escondió la cabeza entre las manos. como si quisiera comprimirla como un limón maduro. Debía recordar, recordar. Se habían tomado una copa en... ¿ o habían sido dos? ¿o tres? Los recuerdos se mezclaban en su mente resacosa como olivas danzando en un Martini muy frío. Amanecía.

Sin cambiarse de ropa, sin ducharse, hecho unos zorros, salió a la calle. La casi ausencia de tráfico delataba que era sábado. Una mujer barría la acera frente a su casa. Un anciano paseaba a su chucho. En la frutería de la esquina, los pakistaníes descargaban la fruta. Cruzó la calle mientras se quitaba aquel impertinente mechón de pelo que le caía sobre la frente. Atravesó el paseo marítimo y se dirigió  hacia la arena. El amanecer era épico pero él ni siquiera se apercibió. Le costaba respirar. Le costaba aún más caminar. Miró hacia el mar, todavía dormido, apaciguado en la amanecida. Volvió la vista atrás. Sólo recordaba que estaban a la altura de La Marcelina, que ella le había gritado como una loca, que él le había pedido el anillo desesperadamente. Si no había ya amor, no podía haber anillo, le había dicho a gritos. Avanzó hacia la orilla con dificultad. Sentía un regusto agrío a la altura de la garganta y le escocían los ojos como si en ellos hubiera entrado toda el agua del mar. Oro y esmeraldas. Sí alguien lo encontraba antes que él, era más que probable que no lo llevara a la oficina de objetos perdidos. Y si lo llevaba es que era un imbécil. Aquello era aún peor que buscar una aguja en un pajar. Y además ¿quién buscaría una aguja en un pajar? Otro imbécil. Jadeaba, sentía latir su corazón como si quisiera salírsele del pecho. ¿Cuánto le había costado el maldito anillo? no quería ni pensarlo. Probablemente estaría pagándolo a plazos el resto de su vida. ¿Y todo para qué? para que ella le hubiese puesto los cuernos bien puestos con aquel jefecillo remilgado de tres al cuarto. Tragó saliva para aliviar la tensión pero sólo consiguió atragantarse. A un par de metros encontró la arena revuelta. El corazón le hizo una pirueta. Alguien había encontrado el anillo antes que él. Se sintió mareado, ansioso, asqueado. El sol iluminaba ya directamente sus ojos legañosos. Hincó sus rodillas en la arena y escarbó como un perro en busca de su hueso. No podía creerlo. Allí estaba aún el anillo de oro y esmeraldas, brillando con las primeras luces del amanecer. De pronto, su gesto se torció. El dedo de ella se había hinchado tanto que tendría que cortarlo para poder recuperar su anillo. No le tembló la mano al hacerlo. Después de todo, ya no podía gritar. 




viernes, 8 de noviembre de 2013

FOTO POR TÍ_Canasta de 2

Parada en la esquina, la mujer que viene de la compra con una generosa cesta de la idem, ni imagina que llegará a casa con algo más en su interior. Concretamente una pelota de intenso color magenta que un extraño ser, avituallado cual buzo galáctico, y oriundo del planeta Grafiti, está lanzando para encestar...

Al ver este excelente trabajo en la pared de la calle Na Jordana, pensé que sería bueno quedarme a decubrir a dónde lanzaba el personaje aquella pelota. A mi entender, el pelotazo debería de recibirlo cualquiera que asomase por la esquina. Pero antes de que eso ocurriera, y por suerte para el que no pasó, al poco rato, una amable transeunte, mientras departia con el vecindario, tuvo la ocurrencia de permanecer unos instantes a tiro del lanzador. O eso me pareció a mí. 

Aqui os dejo el momento. Juzgad vosotros.
Un saludo calado, con algo más ligero para esta semana.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

TE DIJE QUE VOLVERIA ........... con reflexiones sobre la vida.


    Fotografía: Fernando Fernández Páez.


La mejor imagen, el mejor reflejo, es ese engaño a los sentidos que nos hace dudar
en tiempo y espacio sobre nuestros deseos y la realidad.

Nuestra percepción juega con nuestros pensamientos cabales, racionales y lógicos
porque vemos lo que no deberíamos ver y estamos ciegos a lo que,
  desde muy adentro aflora  en un continuo de deseo y emoción.

La vida es un espejismo, una incertidumbre que se ríe de nosotros y otras veces,
 llora a nuestro lado, compadece nuestras miserias y tristezas,
y nos consuela ante una realidad futil y repetitiva.

Como en la imagen, nunca sabremos, nunca llegaremos a desentrañar, si somos 
una manifestación onírica y proyectiva de un inmenso cúmulo
  de mundos que nidifican en esta tierra sus avatares, réplicas a imagen  
con algún fin, inicio de esa crisis existencial que todos compartimos.

 Quizás, por el contrario, después de un ciclo necesario a la vida biológica, 
 trascendemos de nuestra propia existencia para volver
 a ese espíritu abstracto y nebuloso, entrando en una espiral
  de vidas contínuas y conectadas que fluyen en todo el universo.

Esa franja luminosa, de existencia, es nuestro momento de gloria, vital...
fuera de ella sólo hay oscuridad, vacío sin perspectiva alguna.

Toda la fuerza se concentra en ese momento sin dimensión ni referencias, 
en el que, aunque ignorantes de nuestro origen y nuestro destino,
 somos protagonistas de nuestra propia existencia.

lunes, 4 de noviembre de 2013

35 MILÍMETROS. ORANGE Ô DESESPOIR



Este corto me ha atrapado, puede que sea por vivir en el país de las naranjas o porque siempre he soñado con un viaje al Caribe. Pero sea como sea, puedo adelantaros que está impregnado de buen humor, con unos guiños simpatiquísimos y una gráfica de lo más fresca y colorida.

Este corto de animación está dirigido por John Banana y es de producción francesa. Su temática está etiquetada con el tema de la inmigración, pero me voy a dejar llevar por la indisciplina al igual que nuestra naranjita protagonista para verlo desde otra perspectiva, siguiendo el hilo de las anteriores entradas del equipo Calado.

¿Qué es lo que le lanza a la naranjita a saltar de una caja a otra llena de alegres piñas bailongas? Puede ser que haya descubierto unas capacidades distintas que nunca le dejaron soñar o quizás sea una necia que sobrevalore su naturaleza y su sueño sea una mera quimera. Solo ver esos ojillos esperanzados, ilusionados en su objetivo hacen esperar que todo sea posible en ese futuro horizonte desconocido y enigmático. Allí de una manera u otra todos pretendemos encajar. El trabajo, el tesón y la voluntad son herramientas que pueden garantizarnos conseguir nuestro lugar deseado, pero también no dudo que una buena dosis de suerte también nos puede dar un empujoncillo (no sé si bien intencionado o no).....



Buen comienzo de semana, queridos Calados y Lectores. 

Las Gemelas del Sur.

domingo, 3 de noviembre de 2013

Vivo sin vivir en mí.


Agobiados por la rutina, abrumados por el monótono paso de los años, por el día a día, por la cesta de la compra, las pequeñas o grandes deudas, los recibos de gasagualuz. Arrinconados contra la cuerdas como luchadores al borde de sus fuerzas, con el alma encogida como un calcetín desahuciado. Atontolinados por la eficacia del sistema, acorralados por las normas -siempre excesivas-, las directrices arbitrarias, los burofax, la tecnología, la publicidad, los convencionalismos imperativos. 
Vivimos por inercia, arrastrados por una corriente impetuosa que nos lleva hacia Dios sabe dónde. Vivimos - como decía Teresa de Jesus, posiblemente con otra intención-, sin vivir en nosotros mismos, acelerados cual monstruos de Formula I. 
Vivimos sin llegar a amar la vida, sobreviviendo, sin reparar en esos minúsculos instantes por los que ya valdría la pena vivirla. Y nos agarramos como náufragos a los pedazos de sueños rotos que aún gravitan en torno nuestro como propósitos incorpóreos que se resisten a morir.
Pero cada vez que una palabra se enlaza con otra y forma una frase, y esa frase se alía con otra y da lugar a un párrafo, el sueño se aleja de la levedad de su ser y se torna basamento sobre el que construirse, puerta por la que salir al exterior, ventana a través de la cual entra un aire fresco y limpio que revive hasta el sueño más agónico. 
De una vez. Tomemos una decisión. Intentemos alcanzar nuestros sueños o dejémosles marchar en paz. Es posible que valga más la pena retirarse a tiempo de la batalla que morir en ella. 
¿O no? ¿O por nuestros sueños lucharíamos hasta la muerte?

La gata sobre el teclado. Amparo Puig

viernes, 1 de noviembre de 2013

FOTO POR TÍ_Mausoleos urbanos



Cualquier ciudad de nuestros días se ve salpicada, más de lo deseable, de lo que yo llamaría: “pequeños mausoleos urbanos”. Cuando vemos esos ramos atados a farolas, vallas, dejados sin más en un mojón de un camino, pegados a una pared, atados a un árbol, sabemos, iconografía moderna mediante, que ahí, justo ahí, alguien tuvo esa última cita que todos tenemos concertada desde el mismo día en que nacemos.
Ignoro quién inició esa costumbre. Sin duda, quien lo hizo echó mano sin saberlo de lo más primario de sus instintos, y en un impulso que brotaba de lo hondo de un cariño roto, la impotencia, la amargura y la pena, obró el sortilegio de mutar el dolor en vida al depositar unas flores allá donde el alma querida dejara de respirar en un mal día.
Nunca entenderé porqué ofrecemos flores en memoria de los ausentes. Nada más sobrio, silencioso y oscuro que el ángel negro. Sin embargo, tras su paso, recordamos al que amamos dejando unas flores en un lugar señalado: una tumba o un recuerdo de ella. Unas flores, todo color, aroma y fragancia, promesa de vida futura.
Se me ocurre que es una metáfora de eso en lo que algunos confían gracias a la fe que confiesan, y que muchos, creyentes o no y pese a todo, esperan: la resurrección y la vuelta a la vida. Puede ser. En cualquier caso me llama la atención esa extraña asociación que hacemos al final de los días entre la pena de la ausencia infinita y la alegría del color de las flores.

A mí en cambio, cada vez que pienso en los que se fueron, me da por alzar la vista al cielo, mirar las nubes, y buscar en cada jirón desgarrado el guiño de un ser querido. Me gusta imaginarlo en algún celeste lugar, buscándome entre las gentes, cabalgando su espíritu en el viento, arremolinada su esencia entre las ramas de árboles añejos y entre la espuma de las rompientes de la mar. Mientras, casi sin querer, una sonrisa aflora a mis labios y un pensamiento fugaz me trae sin yo llamarlo el destello de su mirada a la memoria.

Vaya mi entrada de hoy, triste sin tapujos, por todos los ausentes. En especial por aquellos que un día cualquiera y sin motivo, sin enfermar ni arriesgar nada más que su cotidiano empeño por vivir la vida, fueron visitados por esa que no nombro y con la que, queramos o no, habremos de partir de la mano hacia un rumbo desconocido. 
Y con ellos todos los demás, los propios y los ajenos, los que conozco y los anónimos, los que gastaron ya ese billete sin retorno y los siguientes en taquillas. Por todos ellos me agaché en una acera y para todos ellos va hoy mi sincero y respetuoso recuerdo, en un gemido callado que ahogo mientras trago.