miércoles, 30 de abril de 2014

TE DIJE QUE VOLVERIA............ EN BUSCA DE TERNURA

                              
                          FERNANDO FERNÁNDEZ PÁEZ




Qué nos salvará del naufragio..?
Quizás la visión de ese mar, aprisionado por ese cielo de plomo amenazante?
Podrá esa escuálida palmera?
Será esa farola que parece impotente ante la oscuridad que se le avecina?


Conseguirán esas columnas, frescas de color pero ajadas por el tiempo,
desubicadas y anacrónicas , librarnos del desamor, de la soledad, de la tristeza?
Es posible que ese grafity, anónimo y solitario,
anime nuestra búsqueda de luz y proyectos para el futuro..?


Es un cuadro maravillosamente triste,
desesperanzado, pasionalmente gris,
henchido de melancolía y soledad..


Y cuando más oscuro está el cielo sobre nuestras cabezas,
cuando más lágrimas de impotencia resbalan por nuestro rostro,
una pequeña luz se abre camino en nuestra pesadumbre.....


Un corazón dibujado sobre la fría piedra,
sencillo, pero bien perfilado,
seguramente por una mano que no ha sufrido
más que el deseo y las ansias de enamorarse
y disfrutar de la ternura de alguien cercano.


El amor, una vez más, de manera sutil, con rasgos de niño,
viene a salvarnos de nosotros mismos
y de nuestra terrible incredulidad ante la propia vida...


El único acto humano que  sigue siendo partícipe del espíritu,
del alma que nos anima...
Esa pequeña y humilde pieza del puzzle
que observamos con dulzura,
es el único asidero que conseguirá llevarnos al final de nuestra travesía,
sin riesgo de naufragio....

16 comentarios:

  1. Bonita imagen y buenas palabras... Un saludo desde Murcia.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Alp, bienvenid@ a este rincón de calados.
      Un saludo!

      Eliminar
  2. La ternura, tan imprescindible para nosotros!!

    ResponderEliminar
  3. Pues sí, Encarna, sólo la ternura nos salvará del naufragio, un cierto retorno a la inocencia nos facilitaría enormemente la convivencia.
    Un saludo desde calados!

    ResponderEliminar
  4. Impresionante la foto (el chiringuito de las columnas habría que dinamitarlo), y, una vez más,impresionante el texto. La inocencia confiada, la ternura, la risa, la sonrisa, la complicidad, pequeñas grandes cosas que llegan a ser lo más importante de la vida.

    ResponderEliminar
  5. Componentes del amor todos ellos, dimensiones distintas de una sola idea, sólo la ternura, la pasión, la complicidad y la vuelta a la inocencia nos redimirá ante nosotros mismos.
    Un abrazo, Amparo!

    ResponderEliminar
  6. Una ternura alimentada por una madre con el maná del amor. Una ternura alojada en el alma de esa criatura infantil que siempre llevaremos dentro que lanza anclas como asideros a la felicidad en otros seres, otros entes, otros ideales...
    Tu tierna sensibilidad, Latour, nos descubre esa quinta esencia de la vida, el amor. Precioso texto en el que creo de corazón.

    Besos tiernos de una niña que sigue siéndolo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No hay otro filtro tan fiable como el amor en todas sus facetas para acercar nuestras sensaciones a una realidad más o menos reconocida y reconocible.
      No hay otro método tan capaz de acercarnos a cualquier situación, a cualquier deseo...
      No hay mejor corazón que el que reconoce y vive para ese amor...
      Recibo tus besos y te los reenvío con todo cariño!

      Eliminar
  7. Poética forma de desgranar un paisaje tan sombrío. Cierto que los grafitos, a veces, son las unicas notas de color sobre oscuras paredes, y bien merecen, no repulsa por su osadía, sino aplauso por su frescura.
    Un abrazo Latour.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Emilio, sabemos que muchas veces el azul no es un color, verdad? Esa caseta podría ser un símbolo de todo cuanto acontece en nuestro pequeño mundo.
      Un abrazo.

      Eliminar
  8. Es una lástima que un paisaje tan "mediosalvaje" sea estropeado por una construcción anacrónica y unas pintadas gamberras.
    Interesantes reflexiones.
    Salu2.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Dyhego, sí, la verdad es que es una lástima como tú dices. Pero en una realidad poética y más allá de nuestra visión teóricamente objetiva de cuanto nos rodea, puede servirnos de paradoja, creo yo.
      Un saludo calado !

      Eliminar
  9. Qué difícil recuperar esa inocencia espontánea, esa ternura innata, ese brote de amor puro y eterno..Es como la pérdida de un ser querido, a medida que pasan los años, el rostro se desdibuja, a medida que el tiempo pasa, miramos a nuestro alrededor, y verdaderamente, cuesta encontrarlos...... ¿O se quedaron enterrados?,

    Ojalá!, que el firme deseo de quererlos, sirva para salvarnos.

    Desde la ternura extraviada, he rescatado un par de besos para tí.

    ResponderEliminar
  10. No se puede perder algo de lo que estamos hechos, que es consustancial a nosotros, algo de lo que somos...
    A medida que pasa el tiempo, es cierto, todo se desdibuja, vamos poniendo capas y capas sobre nuestra ingenuidad, buen mecanismo de defensa! Endurecemos nuestro gesto, jugamos al escepticismo para no padecer más de la cuenta...pero seguimos siendo lo que somos, y en muchos momentos de nuestra vida, aflora esa realidad que nos define.
    Yo siempre tengo muchos besos para tí, espero no perder nunca mi bagaje de ternura...

    ResponderEliminar
  11. "...Quiero que me digas amor,
    que no todo fue naufragar
    por haber creído que amar
    era el verbo más bello.
    Dímelo.
    Me va la vida en ello"

    Es la letra de una canción de Aute, "Me va la vida en ello".

    Entre los mágicos sueños de Nunca jamás y el deseo de asomarse al infinito, entre aquello que quisimos sentir, vivir y lo que somos capaces de valorar y compartir, de soportar, quizás sólo haya unos cuantos trazos en una pared,.. nuestro tiempo, nuestra piel... y unos cuantos naufragios. Tal vez se pueda dudar del deseo de salvarse...si salvarse sólo consiste en ir acoplando la ilusión a lo probable, a lo llevadero, a no levantar los pies del suelo por si.... convirtiendo esa ilusión en una esperanza raquítica, maleable. El único naufragio definitivo sería vivir así, anestesiado.
    Sigues hablando de amor y fé.
    Créeme, me ha gustado mucho.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  12. Un corazón dibujado en una pared es una promesa de futuro, pero sólo eso si nadie lo interpreta.
    El amor no está en una relación entre esperanza y realidad, además...., de nada nos salva el amor.
    Está en nosotros, en tí, en mí....es lo que nosotros construimos y sentimos, no es agradecido, no concilia, no acerca nada ni arregla nada. A veces actúa como vara de medir y comparar, lo que damos y lo que nos dan.
    No, puede ser cruel, inapropiado, lleno de alevosía, imprudente, inaceptable, incómodo, y nos puede destruir...
    Es un sentimiento anímico, espiritual, metafísico, íntimo y desgarrador.
    No se puede idealizar, no se puede utilizar ni manipular. Sólo nos salvará de una naufragio total si lo reconocemos en nuestro interior y lo conseguimos utilizar para vivir nuestro propio sueño, para lanzarlo hacia nuestros ideales y disfrutar de su fuerza y de su pasión.
    El amar no es un verbo bello, su belleza está en nuestra recreación de ese sentimiento, pero a escondidas, a hurtadillas, ajeno a la luz que nos rodea.......

    ResponderEliminar